TOKIO (Reuters) - Las autoridades del Banco de Japón discreparon sobre cómo abordar la inflación débil y el costo creciente de su política ultralaxa, mostraron las minutas de su reunión de junio, lo que subraya los desafíos que enfrentan para alcanzar su elusivo objetivo de precios.
Las minutas mostraron que el directorio del Banco de Japón (BoJ, por su sigla en inglés) probablemente deliberó en junio sobre maneras para hacer que su programa de estímulo sea más sostenible, lo que llevó a la decisión de esta semana de hacer ajustes en sus compras de activos y permitir que los rendimientos suban más.
El documento mostró el viernes que algunos miembros consideraron “necesario continuar examinando cuidadosamente los efectos del entorno prolongado de bajo rendimiento” sobre las ganancias de las instituciones financieras.
El banco central no identifica a los miembros en sus minutas.
En la reunión de junio, el Banco de Japón mantuvo la política monetaria estable y rebajó su evaluación sobre la inflación, lo que refuerza las opiniones de que Tokio se retrasará frente a sus pares estadounidenses y europeos en su salida de las políticas de estímulo.
Las minutas mostraron que un miembro argumentó que el BoJ no debería tratar de impulsar la demanda a la fuerza a través de una política más expansiva, ya que al hacerlo podría crear distorsiones en una economía que ya está en buena forma.
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